Concurso Cocineros Meta –Día 2-Noche

María Camila García, chef egresada del Colegio de Cocineros Gato Dumas  y propietaria de Bastimento.


La propuesta de Maca es cocina vanguardista llanera, en otras palabras, rescata las recetas, preparaciones e ingredientes del Llano y las planea de una forma moderna, vanguardista, en donde la técnica, la elegancia y la presentación juegan un papel impecable.


El primer plato que nos presentó fue unos ñoquis de plátano maduro bañados en crema de leche, aromatizados con ajo, chifonnade de albahaca y viruta de de jamón serrano. Calificación: 10. Maca rescata la técnica ancestral de los ñoquis de papa italianos y los plantea utilizando el  plátano bien maduro y prensado. Después de experimentar, encontró una textura precisa para reemplazar a la papa.


Para entretener un rato las papilas, nos ofreció crocantes de bore. Bore es una planta destinada, años atrás, para alimentar ganado.  Hoy en día, sus hojas se utilizan en caldos, su tronco en mousse y su raíz, en crocantes o chips, ¡inolvidables!. Eso sí, hay que tener cuidado porque si no se fritan y se sirven enseguida, se ponen blancos y pierden su crocancia.
Luego vinieron los tungos, una especie de envueltos de mazorca elaborados con arroz molido y pichero o leche cruda, que le aporta un sabor amargo delicioso. Maca nos mostró un tungo tradicional llanero, y su versión. Definitivamente, una evolución en el mejor sentido de la palabra.
 El turno fue para el amarillo a la monseñor. Se trata de un pescado pariente del bagre bigotudo que vive en el río Meta el cual se prepara (a la manera clásica) con salsa bechamel. Maca nos cuenta un poco de su histora: hace 15 años, se preparó este plato en el hotel de Villavicencio y desde ese momento, se convirtió en uno de los platos insignes de la región junto con la ternera a la llanera o mamona. El amarillo de Maca va en cubos con una deliciosa salsa con un toque de curry y jengibre. ¡Monumental!
Le siguieron los filetes de mojarra cocinados en hoja de plátano acompañada de un hogao criollo, el pisillo  de carne de res (desmenuzada y típica preparación de los Llanos) con crocante de plátano tacacho  y arroz blanco; y el puré de papa criolla, maíz y cilantro.
Para terminar, una degustación de falsa mamona, una receta exquisita y a la vez única, ya que Maca es su autora. Se trata de un corte de cadera de ternera que se ahuma con madera. Su sabor intenso, sin embargo, se lo dan con humo líquido (un aporte vanguardista y por qué no, molecular), cerveza, y sal gruesa. Luego, la falsa mamona se lleva al carbón para servir a término medio. Lo curioso es que queda tan verdadera como la mamona llanera que seguramente han probado. ¡Qué delicia! Vale lapensa irse hasta Bastimento a probarla. Jugosa, dulce, inspiradora…
La experiencia en Bastimento fue increíble. Maca compartió su forma de ser con nosotros a través de su cocina. Algo muy íntimo, personal e inolvidable. Aplaudo lo que hace por la cocina llanera y al mismo tiempo por la colombiana, por algo la nombré en mi especial de Avianca como una de las abanderadas de la nueva cocina colombiana. ¡Salud Maca! Cuenta siempre con nosotros.         

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